miércoles, 19 de junio de 2013

Fiebre y dias de Enfermedad

 Fiebre y días de enfermedad

Sección realizada por: Esmeralda Colino | Endocrinólogo pediatra. Madrid
Ilustraciones: Lucrecia Herranz

¿Cómo afectan las diversas enfermedades a la glucosa en sangre?


En general, la mayoría de las enfermedades van a aumentar los niveles de glucosa en sangre y por lo tanto los requerimientos de insulina se incrementarán. Si no se aumenta la dosis de insulina existe riesgo de tener cetoacidosis. Es importante realizarse controles de glucemia frecuentes e ir adaptando el aporte de insulina a los niveles de azúcar. También es recomendable realizarse controles de acetona.

Cuando se tienen vómitos o diarrea se produce una dificultad para retener nutrientes lo que conllevará a una disminución de la glucemia. En este caso probablemente precisemos disminuir los aportes de insulina.



Fiebre y necesidad de insulina


Normalmente cuando un niño tiene fiebre las necesidades de insulina aumentan. Esto se debe a un aumento de las hormonas que tienen un efecto contrario a la insulina durante los días de enfermedad. Los requerimientos de insulina pueden aumentar hasta un 50%. Generalmente, este aumento de las necesidades dura sólo los días de la enfermedad, pero en algunos casos puede prolongarse hasta una semana después de la curación.



Nauseas y vómitos

Las nauseas y los vómitos son síntomas comunes a muchas enfermedades, especialmente en los niños. No obstante, no nos podemos olvidar de que estos síntomas pueden deberse a un déficit de insulina. Por lo tanto es elemental realizarse controles de glucemia y de cetonemia si se tienen nauseas o vómitos.

Cuando se tienen náuseas o vómitos se deben administrar lentamente líquidos para que estos sean mejor tolerados, ya que si intentamos dar grandes cantidades de líquidos las náuseas empeorarán. Además es recomendable tomar alimentos que contengan algo de azúcar. Las soluciones de rehidratación oral disponibles en las farmacias son la mejor opción. Sin embargo, muchos niños las rechazan por el sabor, en este caso se les podrían ofrecer “bebidas para deportistas” ya que contienen glucosa y sales minerales fundamentales para evitar la deshidratación. Si se sigue vomitando sin tolerar los líquidos se debe acudir a servicio de urgencias.



Gastroenteritis

La gastroenteritis es una infección del tracto intestinal muy frecuente en los niños. Sus síntomas habituales son vómitos, diarrea y fiebre.

Al retenerse pocos nutrientes se tiende hacia la hipoglucemia lo que conllevará a una disminución de los requerimientos de insulina. Esta reducción puede ser de hasta un 50%. No se debe suspender la administración de insulina totalmente.

En la gastroenteritis es muy importante evitar la deshidratación. Por ello se deben administrar líquidos muy lentamente para que estos sean tolerados. La cantidad de líquidos que se administra debe compensar la cantidad que se pierde por la diarrea. Como hay que intentar evitar las hipoglucemias, estos líquidos deben ser azucarados (soluciones de rehidratación oral, “bebidas para deportistas”, zumos...).

Hay que acordarse de medir los cuerpos cetónicos ya que estos pueden estar aumentados por el ayuno.
Lectura previa Ver capítulo: ¿Qué son los cuerpos cetónicos o cetonas y por qué se producen?
Como normal general se deben hacer controles de glucemia y de acetona cada 2 horas.

Hipoglucemia

 Hipoglucemia

Sección realizada por: Esmeralda Colino | Endocrinólogo pediatra. Madrid
Ilustraciones: Lucrecia Herranz

¿Qué es una hipoglucemia?


Hipoglucemia significa “azúcar/glucemia baja en sangre”. Actualmente se considera que una persona tiene una hipoglucemia cuando su nivel de azúcar en sangre es menor de 70 mg/dl. Hace unos años se definía hipoglucemia por debajo de 54 mg/dl, pero se ha evidenciado que los mecanismos de defensa contra la hipoglucemia de una persona sin diabetes se ponen en marcha con una glucemia de 68 mg/dl, lo que ha llevado a la redefinición de hipoglucemia.

¿Por qué algunas personas notan las hipoglucemias con valores más altos que otras?

Esto se debe al “glucostato”. El nivel de azúcar en sangre en el cual se perciben las hipoglucemias va a funcionar como un termostato. Este termostato o glucostato se va a activar a un determinado nivel de glucosa en sangre. El nivel va a depender de cómo haya estado la glucemia los días previos. Así en una persona cuyos niveles de azúcar hayan estado muy altos, el glucostato se activará y los síntomas de hipoglucemia aparecerán con un nivel de glucosa superior al normal. Sin embargo, en una persona con hipoglucemias frecuentes, este “glucostato” se activará con niveles de glucemia inferiores a lo normal lo que puede dar lugar a lo que se llama hipoglucemias inadvertidas que son más peligrosas.

Es importante recordar también que los niños van a notar las hipoglucemias más tarde si están jugando o si están muy concentrados en algo.


Causas de hipoglucemia

La hipoglucemia es la complicación aguda de la diabetes más frecuente. Pude aparecer en multitud de circunstancias:
  • Dosis de insulina excesiva.
  • Insuficientes hidratos de carbono en las comidas.
  • Comidas retrasadas en el tiempo.
  • Ejercicio extra para la dosis de insulina administrada.
  • Algunos antidiabéticos orales también pueden causar hipoglucemia.
  • Administración de la insulina en músculo en lugar de en tejido subcutáneo.
  • Errores en la administración de insulina (administrar insulina rápida en lugar de retardada, o errores de dosis)
  • Bañarse o ducharse con agua muy caliente poco después de haberse pinchado la insulina.


Síntomas de hipoglucemia

Los síntomas de hipoglucemia se dividen en dos grupos. Los originados en el cerebro como consecuencia de la falta de azúcar (síntomas neuroglucopénicos), ya que el sistema nervioso se resiente mucho por la falta de glucosa, y los relacionados con los intentos del cuerpo por mantener unos niveles de glucosa normales (síntomas adrenérgicos). Los primeros en producirse son los síntomas adrenérgicos ya que son consecuencia de la secreción de hormonas contrarreguladoras (hormonas que se oponen a la acción de la insulina) y que se secretan para poder contrarrestar la hipoglucemia. Posteriormente se producirán los síntomas causados por el déficit de glucosa en el cerebro (síntomas neuroglucopénicos).
  • Síntomas adrenérgicos:

    • Palidez
    • Sudor frío
    • Irritabilidad
    • Hambre
    • Temblor
    • Nauseas
    • Palpitaciones
    • Ansiedad

  • Síntomas neuroglucopénicos:

    • Falta de concentración
    • Confusión
    • Mareo y debilidad
    • Dolor de cabeza
    • Visión doble o borrosa
    • Sensación de calor o de frío
    • Alteración de la conducta
    • Alteración de la memoria a largo plazo
    • Marcha inestable, falta de coordinación
    • Lapsus de conciencia
    • Convulsiones


Hipoglucemia nocturna

Durante la noche también se producen hipoglucemias. Estas son más frecuentes de lo que se cree, por lo que es recomendable hacer habitualmente controles nocturnos. Con los síntomas de una hipoglucemia nocturna uno puede despertarse o no, depende de la fase del sueño durante la que se produzca. Los síntomas orientadores de hipoglucemia nocturna son:
  • Pesadillas
  • Sudoración (levantarse con las sábanas húmedas)
  • Despertarse con dolor de cabeza o “atontado”
  • Caminar sonámbulo
  • Cansancio al levantarse
  • Despertarse con aumento de la frecuencia cardiaca.



Tipos de hipoglucemia



Leve

Aquella que uno puede tratar por sí mismo y la glucemia remonta fácilmente.

Moderada

Es posible tratarla uno mismo. En este caso el organismo reacciona produciendo síntomas autonómicos que permiten tomar las decisiones adecuadas.

Inadvertida

Se producen síntomas neuroglucopénicos sin que haya habido síntomas adrenérgicos de advertencia. Si un diabético tiene muchas hipoglucemias las hormonas contrarreguladoras se secretarán cada vez a unos niveles más bajos de glucemia, lo que conllevará a que se tengan síntomas de déficit de glucosa en el cerebro sin haber notado síntomas de advertencia.

Grave

Los síntomas son tan severos que imposibilitan a la persona para reaccionar. Se precisa una segunda persona para ayudar a remontar la hipoglucemia administrando glucosa oral o glucagón. Se puede producir pérdida de conciencia y convulsiones.

Retrasada

Es un término que se utiliza para definir aquellas hipoglucemias que se producen entre 4 y 24 horas después de haber hecho ejercicio físico. Esto se debe a que durante el ejercicio se ha utilizado la reserva de glucógeno del hígado. Esta reserva tiende a “rellenarse” después del ejercicio lo que podría causar una hipoglucemia.

¿Cómo se pueden prevenir las hipoglucemias?

Es muy importante prevenir las hipoglucemias, de esta manera mantendremos la capacidad de nuestro cuerpo de reaccionar ante ellas de manera intacta. He aquí una serie de consejos:
  • Hacerse mayor número de controles durante el día, sobretodo si se ha hecho ejercicio físico.
  • Planificar con antelación el ejercicio físico que se va a realizar para poder ajustar la insulina que se va a administrar y los hidratos de carbono que se van a comer.
  • Hacerse un control antes de acostarse y tomar hidratos de carbono si fuese necesario.
  • NUNCA pincharse insulina sin haberse hecho un control de glucemia.
  • Ajustar las correcciones de hiperglucemia lo máximo posible para evitar posteriores hipoglucemias.
  • Tener en cuenta el sitio de inyección de la insulina, ya que hay áreas dónde la insulina se absorbe más rápido que en otras.
  • A la hora de pinchar la insulina en una zona con poca grasa subcutánea coger un pellizco, de esta manera evitaremos inyectar sobre músculo que favorecería una absorción de la insulina mucho más rápida.
  • No beber alcohol, pero si lo hacemos tendremos que ingerir raciones de hidratos de carbono de absorción lenta y hacernos más controles durante la noche.


Tratamiento de las hipoglucemias

Es muy importante prevenir las hipoglucemias, de esta manera mantendremos la capacidad de nuestro cuerpo de reaccionar ante ellas de manera intacta. He aquí una serie de consejos:
  • En primer lugar hay que confirmar que efectivamente se trata de una hipoglucemia realizándonos un control. No podemos confiar sólo en lo que notamos, pues hay momentos en los que, a pesar de tener síntomas de hipoglucemia, no tenemos hipoglucemia. Esto se denomina “hipoglucemia falsa” y se produce cuando los niveles de glucosa bajan muy rápidamente. Si los síntomas no nos permiten realizarnos el control, debemos tomar algo de azúcar inmediatamente.

  • Una vez realizado el control y comprobada la hipoglucemia, tomaremos hidratos de carbono de absorción rápida (glucosport, azúcar, zumo de fruta, refrescos azucarados). La cantidad que se ha de tomar variará dependiendo de la edad y del nivel de glucosa. Normalmente se tomarán entre 5 y 15 gr de hidratos de carbono.
  • Lo correcto es realizar una medición de glucosa a los 15 minutos y comprobar que se está remontando la hipoglucemia. Si no se ha remontado, se debe repetir la administración de hidratos de carbono de absorción rápida.

  • Si se han normalizado las cifras de glucemia se deben tomar hidratos de carbono de absorción lenta (galleta, pan, yogurt...). La cantidad a tomar será entre 5 y 15 gr de hidratos de carbono.

  • No se debe realizar ningún tipo de ejercicio físico hasta que todos los síntomas de hipoglucemia hayan desaparecido.

  • No se debe dejar a un niño sólo cuando tiene una hipoglucemia (no debe salir de clase para ir a la enfermería, debe tratarse la hipoglucemia sentado en su mesa de clase).

  • Una vez resuelta la hipoglucemia debemos anotarla en nuestro cuadernillo de diabetes y pensar por qué hemos tenido una “bajada”.

  • Si nos encontramos ante una hipoglucemia grave:
    • Si la persona se encuentra inconsciente es peligroso dar hidratos de carbono por boca, con lo que en este momento se le tendría que administrar glucagón intramuscular ó subcutáneo.
    • Realizar un control de glucemia tan pronto como sea posible.
    • Una vez se haya recuperado la conciencia en unos 10 o 15 minutos, hay que aplicar las fases del tratamiento de la hipoglucemia que se han explicado con anterioridad.
    • Todos los niños con diabetes deben tener ampollas de glucagón en su casa, en el colegio y en aquellos lugares donde tengan riesgo de padecer hipoglucemia. Es importante revisar cada cierto tiempo la fecha de caducidad de las ampollas.




El glucagón



¿Qué es el glucagón?

El glucagón es una hormona que se produce en el páncreas. Su acción es opuesta a la insulina, ya que aumenta los niveles de azúcar de la sangre. La manera de actuar del glucagón es liberando glucosa desde la reserva de glucógeno del hígado y estimulando la producción de glucosa a partir de las proteínas.

¿Cómo se inyecta?

La inyección de glucagón es fácil. Se administra por vía subcutánea (como la insulina) o intramuscular. La dosis que se debe administrar es de media ampolla en niños menores de 7 años y 1 ampolla completa en las mayores de esta edad.

Una vez inyectado el glucagón se debe esperar 10-15 minutos a que la persona recupere la consciencia.

Es muy importante tener glucagón en casa, en el colegio y en los lugares donde podamos tener una hipoglucemia. Es también fundamental que nuestro educador en diabetes nos enseñe cómo se carga y se pincha el glucagón.

¿Cuándo se utiliza?

Cuando nos encontramos ante una persona con diabetes que está inconsciente, convulsionando o con una disminución del nivel de conciencia que le impide comer o beber.

El efecto Somogyi y el fenómeno del alba

El efecto Somogyi es una “hiperglucemia de rebote”. A veces durante la noche se puede tener una hipoglucemia y seguir durmiendo. Aunque no nos hayamos despertado, nuestro cuerpo reacciona a la hipoglucemia produciendo hormonas contrarreguladoras que aumentan el azúcar en sangre. De ahí que en ocasiones tengamos una hiperglucemia matutina que se debe al “rebote” de una hipoglucemia. Este fenómeno está muy cuestionado y se duda de su existencia. En los casos en los que se evidencia hipoglucemia con sistemas de medición continua de glucosa que no sea visto por el paciente o la familia la glucemia al levantarse suele ser baja y no alta. Las hiperglucemias post-hipoglucemias suelen deberse al exceso de ingesta.

El fefecto Somogyi lo debemos diferenciar del fenómeno del alba o del amanecer. En este caso tendremos una hiperglucemia matutina pero no habremos tenido hipoglucemia durante la noche, sino que nuestros niveles de azúcar se han mantenido normales hasta las 5:00 o 6:00 de la mañana. La causa del fenómeno del alba es fundamentalmente una elevación de la hormona del crecimiento que se opone a la acción de la insulina.

Si tenemos hiperglucemia al levantarnos para saber la actitud a tomar es hacernos un control de glucemia a las 3:00 o 4:00 de la mañana.



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Cetoacidosis Diabética

Cetoacidosis diabética

Sección realizada por: Esmeralda Colino | Endocrinólogo pediatra. Madrid
Ilustraciones: Lucrecia Herranz

¿Qué son los cuerpos cetónicos o cetonas y por qué se producen?

Los cuerpos cetónicos o cetonas son unos productos de desecho de las grasas. Se producen cuando el cuerpo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar energía. En una persona con diabetes se producen cuando no hay suficiente insulina para meter la glucosa dentro de las células. Las células creerán entonces que no hay azúcar y utilizarán las grasas como fuente de energía.

Cuando una persona sin diabetes está en ayunas durante muchas horas o está vomitando mucho, también se pueden producir cetonas. En este caso se producen por falta de glucosa. Al faltar el azúcar las células quemarán las grasas para obtener la energía que necesitan.


¿Cuándo se deben medir los cuerpos cetónicos?

La medición de los cuerpos cetónicos es muy importante. Es fundamental que todos los niños con diabetes sepan medirse los cuerpos cetónicos. La acetona se debe determinar siempre que un niño tenga un valor de glucemia mayor de 250 mg/dl en ayunas, o si durante el día se mantiene persistentemente alto. También es muy importante medir los cuerpos cetónicos cuando uno se siente mal o está nauseoso y durante enfermedades agudas como gripe, catarros, infecciones de orina, etc.



¿Cómo se pueden medir los cuerpos cetónicos?

Se pueden medir en sangre o en orina. La determinación en sangre es relativamente nueva, es cara y sólo hay un medidor que la realiza. Por lo que en la mayoría de los niños con diabetes se sigue utilizando la determinación en orina. Existen diferentes tipos de “tiras de orina”. Es muy importante leer las instrucciones de cada tipo para poder interpretar los datos de forma adecuada.

La determinación en sangre es más precoz ya que las cetonas se producen inicialmente en sangre y posteriormente son filtradas a la orina. La interpretación de las cetonas en sangre es la siguiente:
  • Menor de 0,6 mmol/L: Normal o negativo.
  • 0,6 – 1,0 mmol/L: Ligeramente elevado.
  • 1,1 – 3,0 mmol/L: Riesgo de cetoacidosis.
  • > 3mmol/L: Acudir a Servicio de Urgencias.




Causas de cetosis

  • Enfermedades intercurrentes e infecciones. Las necesidades de insulina están aumentadas durante estos periodos.
  • Olvidos de dosis de insulina.
  • Periodos de estrés.


Síntomas de cetosis y de acidosis

  • Inapetencia
  • Dolor de estómago.
  • Nauseas o vómitos.
  • Olor afrutado del aliento.
  • Dificultad de la respiración.
  • Boca seca.
  • Decaimiento general.
Si la situación sigue sin corregirse, aparecerán la tendencia al sueño y la disminución del nivel de conciencia. Si la evolución persiste se llegará al coma.


Tratamiento de la cetosis y prevención de la acidosis

  • INSULINA. Además de poner la dosis correspondiente de insulina, se deben poner suplementos. La cantidad de suplemento se puede calcular utilizando el índice de sensibilidad. A la hora de corregir la hiperglucemia, es importante tener en cuenta que no se debe bajar la glucemia más de 100 mg/dl a la hora. Los suplementos se pondrán siempre en forma de insulina ultrarrápida (Humalog o Novorrapid) y se podrá poner un suplemento cada 2-3 horas, teniendo en cuenta la cantidad de insulina que queda remanente del pinchazo anterior.
  • ALIMENTACIÓN: Inicialmente si la glucemia es superior a 250 mg/dl, no se deben dar hidratos de carbono. Sólo se administrarán líquidos sin azúcar (agua, bebidas light, caldo desgrasado...). Si la glucemia es menor de 250 mg/dl se administrarán líquidos que contengan hidratos de carbono de absorción rápida (leche desnatada, zumos,...). Se darán 1 ó 2 raciones a la hora, y se administrará la cantidad de insulina necesaria para esos hidratos de carbono. Poco a poco, a medida que el niño se encuentre mejor y pueda tolerar los alimentos sólidos, se le irán ofreciendo raciones de hidratos de carbono semisólidas (yogures, puré de patata, fruta...)
  • REPOSO. El niño no debe hacer ejercicio ni ir al colegio hasta que la cetosis desaparezca. El ejercicio haría que las células precisasen más energía que tomarían de las grasas, aumentando de esta manera los cuerpos cetónicos.
  • CONTROLES. Se deben realizar determinaciones de glucemia cada hora y de cuerpos cetónicos cada 2 horas.


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lunes, 17 de junio de 2013

Blanca Manzano
00:16 (hace 8 horas)

para
Muchas gracias Isabel, y dale mil gracias a Ana por todas las molestias que se ha tomado y la ayuda. Besos

Enviado desde mi iPad
Muchas gracias Ana.
Fuiste super didáctica, me encantó la charla, y me dio un toque de optimismo, que lo necesitaba.
A ver si tenemos más ideas que nos aporten energía positiva y gracias al blog las vamos poniendo en común.
Un saludo a todos.
Maite Rubio
El 17-06-2013 14:02, rosa isa collado aragon escribió:

Ensayos Clínicos por Ana Herradón.















Ensayos Clínicos...Por Ana Herradón










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